Hay veces en las que tener un distribuidor de especias es muy útil, incluso tener varios es práctico, imaginemos uno para perejil seco, otro para orégano, para azúcar glass, granillo de chocolate, de colorines para tartas... todo ello con costo cero.
El tarro de cristal es de una conserva ya consumida, bien lavado y seco al que se le ha quitado la pegatina comercial.
En la tapadera se marcan con rotulador los puntos donde vamos a hacer los agujeros.
Con el tarro tapado señalamos con la puntilla y el martillo los agujeros para que el taladro no se escurra.
La broca a usar será de un tamaño que después permita salir lo que pongamos dentro, las hay de todos los gruesos lo que nos permitirá hacer los agujeros muy pequeños y muchos si se trata de un distribuidor de azúcar glass, tan práctico para repartir este azúcar en pasteles, profiteroles etc. y más gruesos si lo que queremos es un distribuidor de orégano por ejemplo.
Taladrar, quitar los restos de viruta metálica y listo para usar.
¿Para que sirven las gafas protectoras en todo esto? Pues para ponérselas aunque creamos que no son necesarias, siempre hay que trabajar protegido lo más posible.
Materiales
1 tarro de cristal
Taladro pequeño tipo Dremel
1 puntilla de acero
Rotulador
Martillo
Gafas protectoras