2 tazas de garbanzos secos
1/3 de Taza de Tahini
El zumo de un limón
1 o 2 dientes de ajo
½ cucharadita de comino molido
¼ de cucharadita de bicarbonato sódico
Aceite de oliva
Perejil
Sal
Poner los garbanzos en remojo durante al menos 10 horas, transcurrido este tiempo, escurrir esta agua y lavar.
En una cazuela grande poner a hervir los garbanzos con el bicarbonato sódico y nada de sal, espumarlos bien, esto hará que luego produzcan menos gases.
Una vez que estén blandos escurrir y reservar el agua de cocción.
Poner los garbanzos en la batidora y hacer una pasta fina con ellos, dejarlos enfriar bien.
Agregar el resto de ingredientes y batir hasta conseguir una pasta muy fina.
Si nos sale demasiado espeso, añadir un poco de agua de la cocción de los garbanzos.
Se sirve con un poco de aceite de oliva, perejil muy picadito y un poquito de pimentón.
Es una guarnición excelente para el falafel.
El tahini es una pasta a base de sésamo, la podemos encontrar ya preparada en tiendas especializadas en comida árabe y en buenos supermercados.